Lo recomiendo, primero, porque es una comedia (o tragicomedia), y no conozco muchos libros así. Es desopilante, tiene una excelente traducción de la voz lunfarda de uno de los personajes, y todos los personajes están caracterizados con maestría como perdedores ciegos, incapaces de ver su propio patetismo. Lo he leído, releído y regalado un par de veces.
